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miércoles, 29 de abril de 2015

Médicos españoles

Doctor Cortezo y Prieto

Fue médico y político que vivió entre 1850 y 1933 durante distintos regímenes políticos. Conoció los reinados de Isabel II, Amadeo de Saboya, Alfonso XII y Alfonso XII. Las primera y segunda Repúblicas. Cuando llega el año 1868, España se ve lanzada a una nueva aventura. Al ser destronada Isabel II aparece un afán renovador por parte de un importante sector de la sociedad. Aparece una nueva generación de políticos; unos de carácter republicano, como: Emilio Castelar y Francisco Pi i Margall. Otros de ideas conservadoras como Antonio Cánovas del Castillo o de carácter liberal como Práxedes Mateo Sagasta. A la Constitución de 1868, le sigue la Carta Magna del 69, donde se proclama la Soberanía nacional, considerando la monarquía como forma de gobierno. Habrá una Constitución pero España es ahora una monarquía sin rey. Es necesario buscar un sustituto a Isabel II que sea católico y acepte las reglas de la democracia. Se elige al Duque de Aosta, hijo del rey de Italia, Víctor Manuel II. Más tarde, es asesinado el general Prim y surgen enormes problemas: impaciencia de las clases populares, campesinos sin tierras, malestar en el ejército, guerras coloniales en Cuba, guerra carlista en el norte. Durante la primera República se intenta hacer una República Federal que llevará a los levantamientos cantonales, sobre todo en Cartagena y Cádiz. En 1873 ocurre el golpe militar del general Pavía que terminará con los cantones y en 1874 se proclama Alfonso XII, rey de España. Después vendrá el reinado de Alfonso XIII y la segunda República.
Carlos María Cortezo y Prieto de Orche nace en Madrid el 1 de agosto de 1850, en la Calle de Relatores, en el seno de una familia acomodada de clase media. Cursó la enseñanza secundaria en el Instituto San Isidro de la capital. Comienza los estudios de medicina en 1866, en el Real Colegio de San Carlos. En 1870 obtiene el título de Licenciado en Medicina y meses más tarde el de Doctor. Viaja a Paris para trabajar con François-Sigmond Jaccoud en fisiopatología. También es amante de la histopatología y llegó a ser miembro de la Sociedad Histológica española que fundara Aureliano Maestre de San Juan. En 1873; ingresa en el Cuerpo de la Beneficencia General del Estado con el número 1 y ocupa una plaza de médico de guardia en el Hospital de la Princesa. Tras participar en oposiciones a la Cátedra de Patología y Clínica Médicas de la Universidad de Barcelona; en 1876 obtiene la Cátedra de Fisiología de la Facultad de Medicina de Granada, toma posesión de ella y renuncia para volver a Madrid, donde va a realizar su actividad docente en el Hospital de la Princesa, donde con el tiempo llegaría a ser decano de los médicos, y en el de San Carlos. En 1878 funda con Méndez Álvaro la Sociedad Española de Higiene. Habiendo ingresado en la política como diputado por Sahagún, en el partido conservador; ocupa los puestos de diputado, senador, vicepresidente del Consejo de Diputados, director General de Sanidad,  Ministro de Instrucción Publica y Presidente del Consejo de Estado. Entre 1899 y 1902 es cuando ocupa la Dirección General de Sanidad, realizando una gran labor que culminó con la aparición de la Higiene Publica española. Intervino en la creación del Instituto Central de Bacteriología e Higiene, precursor del Alfonso XIII, elaboró el Reglamento de Sanidad Exterior y la Instrucción General de Sanidad. En 1914 es elegido Presidente de la Academia de Medicina y es reelegido en seis ocasiones, permaneciendo durante 14 años en la presidencia. Tuvo algunos problemas en la Dirección General de Sanidad, a la que hace desaparecer en 1892 para restablecerla en 1899. La vuelve hacer desaparecer de 1902 a 1922. En la opinión del profesor Rico-Avello, se debió estas decisiones a presiones políticas. En 1904 crea Ia Instrucción General de Sanidad pero por ser Real Decreto plantea serias dificultades. Carlos María Cortezo fue también un digno representante de la sanidad española. Así, en 1892 había sido delegado español en la Conferencia Sanitaria Internacional de Venecia. Fue Presidente del Real Colegio de Sanidad. Presidió una Delegación para la lucha contra la epidemia de tifus exantemático, y Cortezo defiende el papel que tiene el piojo en el contagio y difusión de la enfermedad. En 1903 asiste a la Conferencia Sanitaria Internacional de Paris. Allí interviene sobre este tema pero tiene algunos perjuicios y se muestra escéptico a los avances de la etiología bacteriana. Se opone a las vacunaciones anticoléricas y antitíficas de Ferrán. No obstante, en 1904 crea la vacunación obligatoria contra la varicela. En 1909 es elegido presidente del Consejo de Protección a la infancia. En 1917 ha alcanzado una gran popularidad. Es nombrado Presidente de la Unión Médica. Llegan malos tiempos con la aparición de ideas revolucionarias y amenazas de huelgas. Cortezo aparece como símbolo de los médicos conservadores. Ha presentado la dimisión ante la Unión y crea la Ley de Epidemias y el Colegio de Huérfanos de Médicos Príncipe de Asturias. Obligará a los médicos a colegiarse. En 1918 es invitado a ocupar un sillón vacante en la Real Academia de la Lengua. El discurso de entrada versará sobre Literatura satírica en relación con la Medicina. Para el acto vestirá el uniforme académico, renunciando al de ministro de la corona. En 1929 es director de la Real Academia de Medicina. Fallece en Madrid, el 24 de agosto de 1933.  Estaba en posesión de numerosas condecoraciones:
Cruz de la Beneficencia. Por su labor en el Hospital de la Princesa.
Cruz de Isabel la Católica. Por su gestión como Director General de Sanidad.
Cruz de Alfonso XII. Por su labor en la organización del Congreso Internacional de Prensa Médica.
Collar de Carlos III. Se le concedió en mayo de 1920, coincidiendo con las bodas de oro de la profesión. Después le fue concedido el Toisón de Oro.
La Diputación de Madrid lo nombró: Hijo Predilecto. El Ayuntamiento de la capital le puso su nombre a la calle donde nació, al tiempo que erigió un monumento en el parque del Retiro.
Colaboró con sus artículos en algunos periódicos, como: Siglo Médico, donde se firmaba con los seudónimos de Decio Carlan y de Prieto. A los 75 años de edad, pese a estar ciego, dirige una emisión radiofónica llamada Consejos Higiénicos. Difunde actividades académicos a través de “Radio Ibérica”. Realizó más de 100 publicaciones, entre las que destacan: Lecciones de Terapéutica, en 1874. Patología Clínica y Médica, en 1880, la cual quedó incompleta. Curas clorogenas, en 1881; basada en el tratamiento de las heridas con hipocloritos de acción lenta, técnica que se impondría durante la Primera Guerra Mundial. Pasos de un solitario, en 1923. Cajal, en 1924.
Fue un defensor del idioma esperanto, llegando a ser presidente de la Asociación española de Esperanto



  BIBLIOGRAFÍA
ACADEMICOS.www.ranm.es
GARCÍA DE CORTAZÁN, F. et al. Memoria de España. Santillana Ediciones Generales. Madrid, 2004
MCNBIOGRAFÍAS.www.mcnbiografias.com
RICO-AVELLO, C.  “C. M. Cortezo y Prieto”. Homenaje al médico español. 2ª Edición
WIKIPEDIA.es.wiki.org/wiki

  







martes, 21 de abril de 2015

Enfermedades profesionales

EL PULMÓN DE LOS MINEROS DE HEMATITA

John Crofton y Andrew Douglas del Hospital Regional Board en Escocia, Universidad de Edimburgo, a mediados del siglo pasado hablan sobre el pulmón de los mineros de la hematita. En Gran Bretaña la hematita se ha extraído en las minas de Cumberland al noroeste de Inglaterra, en dos lugares distantes unos 48 Km. Whitehaven, una pequeña localidad en la costa de Cumbria, condado que limita al oeste con el mar de Irlanda y al este con la cordillera de los Peninos. Aquí el mineral de hematita está en la roca dura, con un 10% de sílice. El otro lugar es Millon, situado en el estuario del Rio Duddon, al suroeste de Cumbria, donde la hematita se encuentra en la arcilla blanda. Hay otras muchas minas de hematita en diversos lugares del mundo, entre ellos; España.
El oligisto o hematita es un mineral constituido por oxido férrico que en estado puro posee un 70% de este metal. A veces tiene porciones de titanio, aluminio, manganeso, y agua. Desde la más remota antigüedad ha tenido diversos usos. En su variedad ferrosa se puede utilizar como pigmento y con este fin fue utilizado para marcar el ganado. La industria minera mundial la ha empleado para la extracción de hierro ya que su contenido de este metal es alto.
Los mineros que han venido trabajando en la obtención del mineral hematita, muchos han sufrido un tipo de enfermedad comprendida dentro del grupo de enfermedades pulmonares, denominado: Neumoconiosis. Son enfermedades provocadas por la inhalación de polvo, el cual se va a depositar en bronquios, parénquima pulmonar y ganglios linfáticos. Al estudiar, mediante necropsia, el pulmón de los mineros de la hematita, se describió tres tipos de lesiones:
Lesión difusa. El pulmón aparece de un color rojo ladrillo. Se apreciará una fibrosis generalizada y un enfisema centro lobulillar alrededor de colecciones de polvo.
Variedad nodular. Aparecen nódulos de color negro rojizo de hasta 1 cm de diámetro. Estos nódulos pueden necrosarse y a veces se adhiere a ellos la pleura inflamada.
Fibrosis Masiva Progresiva. El material fibrotico se acumula principalmente en los lóbulos superiores de los pulmones, invadiendo bronquios y vasos.

SINTOMAS
El paciente afecto de esta enfermedad pulmonar va a presentar disnea o dificultad para respirar, con el esfuerzo que puede ir en aumento hasta aparecer en reposo, en los casos avanzados. Junto a ello una tos con esputos de color rojo ladrillo, en muchas ocasiones.
SIGNOS
En las radiografías pueden aparecer desde opacidades diseminadas por ambos pulmones hasta signos de fibrosis y enfisema, en los casos más avanzados. Al hacer un estudio de la capacidad funcional respiratoria aparecerá una alteración de la ventilación de tipo restrictivo o mixta.
 COMPLICACIONES
Todo tipo de infecciones pulmonares, incluida la tuberculosis pulmonar, la cual era muy frecuente a mediados del pasado siglo. También una mayor incidencia de cáncer de pulmón.
TRATAMIENTO
Este será sintomático y preventivo. La mejor forma de prevención es seguir los consejos y normas que se han dado para las neumoconiosis: Limitar la exposición al polvo en el lugar de trabajo. Utilizar vestimenta con equipo protector. No llevar las ropas a casa. Es bueno utilizar una mascarilla o respirador, siempre que se haga de forma adecuada. No fumar porque el tabaco aumentará los efectos nocivos. Hacer controles médicos periódicos. Si aparecen síntomas y signos sugestivos de padecer la enfermedad; debe suprimirse la exposición. Tratamiento adecuado de las complicaciones.
CONSIDERACIONES
Vamos a tener en cuenta la especial composición mineralógica de las rocas. Al sílice se le asocian otros polvos, algunos capaces de inducir fibrosis y otros no. Tendríamos una fibrosis de polvo mixto. Dentro de las neumoconiosis ocasionadas por la sílice del polvo de las rocas, nos encontraremos con tres variantes: silicosis, neumoconiosis de los mineros del carbón y neumoconiosis de los mineros de la hematita. Todas están comprendidas dentro del término silicosis. La composición del polvo varía en función de las regiones mineras e incluso puede variar de una mina a otra,  dentro de la misma región. La  manera de luchar frente a los peligros que ofrece este tipo de trabajo es el de tener en cuenta la medicina preventiva, atendiendo sus normas y consejos. No olvidemos que la salud, objeto de especial interés por parte de la medicina; es un don de Dios y no debemos estropearlo.
BIBLIOGRAFÍA
CROFTON, J. DOUGLAS, A. Enfermedades Respiratorias. Editorial Marín. Barcelona, 1971
PÉREZ-GILLERMO GARCÍA, M. ORTUÑO PACHECO, G.Silicosis en la cuenca minera de Cartagena. Universidad de Murcia, 1986.books.google.es
VIDA Y SALUD. “Neumoconiosis”.www.vidaysalud.com

   


domingo, 19 de abril de 2015

Los sueños de Don Bosco

 Juan Melchor Bosco Occhiena nace el día 16 de agosto de 1815 en Becchi, perteneciente en esta época al Reino de Piamonte-Cerdeña, regido por la Casa de los Saboya. La capital es Turín y es una ciudad de una gran actividad económica e industrial, a donde emigran una gran cantidad de campesinos con sus hijos pequeños y jóvenes en busca de trabajo en las fábricas pero con pésimos contratos. De esta forma, Don Bosco llega a Turín en 1841. En el año 1870 tiene lugar la unificación del territorio italiano. La última década del siglo XIX se va a caracterizar por las grandes transformaciones que aparecerán en el Mundo. Habrá una importante revolución industrial junto a grandes inventos y avances de las ciencias, al mismo tiempo que aparece una democracia moderna y un materialismo dialectico a los que se unirá el impresionismo artístico. El padre de Don Bosco, Francisco Luis Bosco era viudo y se había casado en segundas nupcias con Margarita Occhiena, aportando un hijo de su primer matrimonio, llamado Antonio. Con Margarita va a tener dos hijos: José, nacido en 1813 y Juan Melchor, nacido en 1815. El matrimonio trabaja en el campo al servicio de la familia Biglione. Francisco fallece el 11 de mayo de 1817 de una neumonía, cuando Juan solo cuenta con 21 meses de edad, y la madre Margarita tiene que ponerse al frente de la familia. Era una mujer de carácter férreo, voluntariosa y devota, y no cabe la menor duda que tuvo una gran influencia en la vida de su hijo pequeño. Vienen malos tiempos, agravado por las continuas guerras entre Francia y Austria que se disputan el Piamonte. Como consecuencia de ello muchos campos son arrasados. Es el año 1825 y Juan no había cumplido aún los diez años, cuando surge lo que calificará más tarde como un sueño premonitorio: Sueña que está en un gran patio donde juegan muchos muchachos y algunos de ellos dicen malas palabras. Se lanza sobre ellos con intención de golpearles pero en este momento aparece un Personaje quien le dice: No con puños sino con amabilidad vencerás a estos muchachos. Juan se atreve a preguntarle: ¿Quién eres? y obtiene la siguiente respuesta: Yo soy el Hijo de Aquella a quien tu madre te enseñó a saludar tres veces al día. Mi nombre pregúntaselo a mi Madre. Al instante aparece una Mujer de majestuosa presencia y le dice: Hazte humilde, fuerte y robusto… Al final añade: A su tiempo lo comprenderás todo. Este sueño y otros marcarían la vida de Don Bosco. En 1846, cuando tiene ya 31 años, recibe los consejos del Padre Cafasso quien le dice que debe dar crédito a sus sueños. Juan Melchor mostró siempre grandes deseos de estudiar pero la situación económica en su casa no lo permite y en 1828 deja Becchi para dirigirse a Moncucco, donde trabaja como pastor de la familia Monglia. Está a 8 Km de su pueblo y su distracción es reunir a niños y jóvenes en sus ratos libres para entretenerse con juegos de malabarismos y contar historias de carácter formativo. Su hermanastro Antonio se casa y la madre Margarita con sus otros dos hijos se trasladan a Sussambrino, lo cual aprovecha Juan para asistir a la escuela de Castelnuovo, distante 5 Km, los que recorre cuatro veces al día. En el año 1831 inicia sus estudios secundarios en Chieri, a 12 Km de Castelnuovo de Asti. Juan tiene que pagar 12 liras al mes y para reunir el dinero recorre las aldeas pidiendo alguna ayuda, realizando también trabajos de pastelería, sastrería, zapatería, ferretería, entre otros. Además se dedica al teatro y a la música. Es prestidigitador y crea un movimiento juvenil, llamado: Sociedad de la Alegría.

Vocación sacerdotal
Su deseo es ser sacerdote pero sus recursos siguen siendo escasos. Por ello decide ingresar en la Orden Franciscana y en este momento va a tener un nuevo sueño en el que aparecen unos frailes, presuntamente franciscanos, quienes le desaconsejan la idea. Es orientado por el Padre José Cafasso y posteriormente ayudado por el Padre Cinzano ingresa en el Seminario Diocesano de Chieri el 30 de octubre de 1835, a los 20 años de edad. La Iglesia atravesaba por un mal momento debido al movimiento espiritual y teológico que planteaba la doctrina jansenista, donde surgía como base fundamental la ascética mientras se alejaba de los Sacramentos, en especial de la Eucaristía. Esta corriente había prendido con fuerza en el Piamonte, siendo combatida por algunos clérigos como el Padre Cafasso, su confesor. Bajo la oposición de los jesuitas, la Iglesia termina condenando esta teología. Al principio, Don Bosco sufre las consecuencias de esta doctrina que le exige penitencias extremas como abstenerse de deportes y tener una elección limitada de amigos. No obstante, busca la Comunión a diario, a pesar de que la doctrina la desaconseja. Para ello se queda sin desayuno con el fin de poder comulgar en una Iglesia cercana. Don Bosco es ordenado sacerdote el 5 de junio de 1841 y celebra su primera Misa en la Iglesia de San Francisco de Asís de Turín, ante el altar del Ángel de la Guarda.

Actividad sacerdotal
Tiene 26 años, se queda en Turín y por consejos del Padre Cafasso ingresa en el Instituto Pastoral con el fin de profundizar en: tarea sacerdotal, teología moral y predicación. Al mismo tiempo presta servicios pastorales en diferentes centros. Un día, cuando se dirigía a la Iglesia de San Francisco de Asís con el objeto de celebrar Misa, se encontró a un sacristán quien maltrataba al joven Bartolomé Garelli por no saber ejercer de acolito. Este muchacho era pobre y abandonado y le confiesa a Don Bosco que no conoce el catecismo y no ha hecho la primera comunión. Después de la Misa, Don Bosco le da las primeras lecciones de catecismo y al siguiente domingo, Garelli regresa con 20 muchachos más que en poco tiempo aumenta el número de ellos. Entonces; Don Bosco recuerda aquel sueño que tuvo a los 9 años y comienza a pensar en reunir a aquellos niños abandonados pero chocará bruscamente con la sociedad de la época, incluidos algunos sacerdotes. Ante su “rara” conducta intentan ingresarlo en un centro mental. Don Bosco no se rinde y continua con su actividad, utilizando algunos espacios de la Iglesia de San Francisco de Asís, e incluso después arrienda algunas habitaciones y un campo.

Oratorio de Valdocco
Don Bosco encuentra unos terrenos en este lugar y el 12 de abril de 1846 el Arzobispo bendice la capilla. El conde de Cavour, temeroso de una contrarrevolución religiosa, intenta prohibirlo pero Don Bosco recibe el favor del Rey de Piamonte-Cerdeña, Carlos Alberto. Es ayudado en su labor por su madre Margarita, con su experiencia de ama de casa. En este lugar, los muchachos van a aprender un oficio al tiempo de recibir una formación cristiana. Don Bosco se inspirará en San Francisco de Sales quien llama su atención al conocer su vida donde destacan la amabilidad, dulzura y espiritualidad. Visitaba las fábricas donde trabajaban sus muchachos, vigilando que no fueran explotados, lo que le proporcionaría no pocos disgustos. Organiza retiros espirituales. Es el año 1847 y los muchachos tienen que buscar donde dormir, haciéndolo muchos de ellos en la calle. Preocupado por esta circunstancia, junto a su madre, organiza un internado, al mismo tiempo que estudia la conveniencia de crear talleres y así poder sacar a los muchachos de aquellas fabricas. De este modo, se trabajará en: calzado, sastrería, carpintería, imprenta y metalurgia. Al mismo tiempo se impartirán clases para procurar la ilustración de aquellos jóvenes.     
  En el oratorio de Valdocco, Don Bosco va a desarrollar aquellos sueños de la niñez. Recordemos cuales fueron sus tempranas actividades:
Durante las vacaciones escolares; continuaba ocupándose de los muchachos con narraciones, canticos y juegos. Entre ellos, enseñaba el catecismo y oraciones cristianas.
Trataba de conocer las inclinaciones de sus compañeros. La prioridad era los demás y a través del conocimiento del otro, sabía como llegar a su corazón.
Los muchachos le querían y le respetaban. La amistad hacia que los jóvenes no quisieran disgustar a Don Bosco. Ello llevaría a una especial pedagogía de: Hazte amar antes que temer.
Cada uno le quería como juez y amigo en las disputas. En todas las discusiones, propias de niños y jóvenes, Don Bosco estaba allí
Había juegos al aire libre en el prado de verano. Don Bosco utiliza el juego como herramienta educativa. Todo ello con gran contenido cristiano.

Hacia la Congregación
Don Bosco viene pensando en una comunidad religiosa. Es 1855 y se están suprimiendo las órdenes religiosas pero la labor por él efectuada con los jóvenes, ahora es muy bien vista por el Estado y se le admite su proyecto de congregación. No obstante, se le aconseja formar una sociedad clerical, en lo religioso dependiente de la Iglesia mientras que en lo social serian ciudadanos libres. Don Bosco acepta esta idea y crea su Congregación en donde hay sacerdotes y laicos que tendrán el nombramiento de señor en vez del de hermano o fray, no utilizando hábitos. Lo mismo ocurrirá con los nombramientos de Prior, Provincial y Superior General que serán sustituidos por los de Director, Inspector y Rector Mayor. Al convento se le llamará casa y a la provincia: Inspectoria. La Congregación tomará el nombre de salesiana en honor a San Francisco de Sales, santo en el que se mira Don Bosco. Francisco de Sales había nacido en el Castillo de Sales, el 21 de agosto de 1567. Había seguido a San Francisco de Asís y a San Felipe Neri. Persona alegre, paciente, optimista y amable. Eran las virtudes que habían despertado la devoción de Don Bosco hacía el Santo. Fue Obispo de Ginebra. Murió, a los 55 años, el 28 de diciembre de 1622, en Lyon. En 1665 fue canonizado por el Papa Alejandro VII y es considerado el Santo de la amabilidad.
El Padre Pestarino le había hablado a Don Bosco de una joven llamada María Dominga Mazzarello, la cual tenía un gran interés en ayudar a las muchachas necesitadas. El 8 de octubre de 1864 tiene un encuentro con ella y llegan al acuerdo de fundar un instituto de hermanas bajo las normas salesianas. Dotadas estas hermanas de un gran espíritu misionero, en el año 1877 emprenden una expedición a Uruguay, e instalándose en Villa Colón, en Montevideo, llega esta congregación a América.

Muerte de Don Bosco. Su legado
A las 4 y 45 horas de un 31 de enero de 1888, muere este apóstol de los jóvenes, cuando cuenta 72 años de edad. Su cuerpo permanece expuesto en la Basílica de María Auxiliadora hasta el 6 de febrero en que es sepultado en la casa salesiana de Valsalice. No obstante, más tarde volverá a la Basílica. En 1890 la Iglesia abre un proceso de beatificación y 39 años más tarde, el 2 de junio de 1929 es declarado Beato. Y 44 años después de abierto el proceso de beatificación, el 1 de abril de 1934 es declarado Santo por S.S. Pio XI. En la Basílica de San Pedro en Roma, se encuentra la estatua de Don Bosco, en el nicho reservado a los Santos fundadores de Órdenes religiosas. Está acompañado por dos muchachos. Domingo Savio y Ceferino Namuncurá, el primero Santo y el segundo Beato. Ello constituye el signo de la principal misión de Don Bosco: santificar a los jóvenes.
Un tiempo después de su fundación, los salesianos se van a extender por Latinoamérica, Francia y España. Después de una expedición a Argentina se crean oratorios que van a extenderse a Uruguay, Paraguay, Brasil y Ecuador. Don Bosco hablaba piamontés, italiano, español, francés e inglés. Además, sabía latín y griego. Dominaba varias profesiones: carpintería, metalistería, sastrería e imprenta. Fue capaz de diseñar imágenes como la de María Auxiliadora y los Doce Apóstoles para la Basílica de María Auxiliadora en Turín. Publicó numerosos libros, la mayoría de ellos sobre temas de interés espiritual y moral, como el Sacramento de la Confesión y la buena educación. Sobre la Virgen y los Santos: Sobre María Inmaculada, sobre San Pedro, San José esposo de María y Padre putativo de Jesús. Reglas para el cristiano, como: Sobre las prácticas de piedad. Otros muchos más, además centenares de cartas dirigidas a los jóvenes con instrucciones para su orientación. Dicen que la vida de Don Bosco se puede definir como: El hombre que consagró su vida a lo jóvenes. No podemos dejar de hacer un breve comentario sobre dos jóvenes frutos de la Congregación.

Santo Domingo Savio
Fue alumno del oratorio de San francisco de Sales. Murió tres semanas antes de cumplir los 15 años de edad pues había nacido el 2 de abril de 1842, en San Giovanni da Riva. Falleció el 9 de marzo de 1857 en Mondonio, ambas localidades pertenecientes en la época a Piamonte-Cerdeña. Era el mayor de cinco hijos de una humilde familia. Fue acolito desde muy pequeño y el día de su primera comunión redactó el firme propósito: Prefiero morir antes que pecar. A los 12 años acude a Don Bosco y le pide ser admitido en su colegio. Su corta vida se caracterizó por su austeridad en comidas y costumbres, practicas de piedad y una gran devoción a la Virgen. En una ocasión dejó de bañarse en un pozo porque escuchaba malas conversaciones. Era apaciguador entre las peleas de sus compañeros y por votación popular obtuvo el Premio de Compañerismo durante tres años. Fundó la Compañía de la Inmaculada, junto a varios compañeros. Un día, después de la Misa, lo encontraron en la Iglesia en éxtasis. Su salud comenzó a debilitarse y los médicos le diagnosticaron algún tipo de inflamación pulmonar, según la medicina de la época le aplicaron una sangría pero Domingo sigue empeorando y el 9 de marzo de 1857 después de confesar, comulgar y recibir la Unción de los enfermos; Domingo entrega su alma a Dios. Es enterrado en la capilla del cementerio de Mondonio hasta que en 1914 es trasladado a Turín para ser sepultado en la Basílica de María Auxiliadora de esta ciudad. El 12 de junio de 1954 fue canonizado por el Papa Pio XII.

Beato Ceferino Namuncurá
Nació el 25 de agosto de 1886 en la aldea de Chimpay, provincia de Rio Negro, Argentina. Falleció el 11 de mayo de 1905, a los 18 años de edad, en Roma. Era hijo de una cautiva huinca chilena y del cacique Manuel Namuncurá, líder del pueblo mapuche quien tras cooperar en una revolución nacional fue elevado al rango de coronel del ejército de la nación Argentina. Ceferino había sido bautizado por los misioneros salesianos. Con solo 10 años de edad, su padre lo manda a unos talleres de la Armada Argentina en Tigre, provincia de Buenos Aires, pero Ceferino no se adapta a aquel ambiente y entonces su padre decide mandarlo a los salesianos, donde ingresa el 20 de septiembre de 1897 como estudiante interno. Allí recibe la primera comunión y confirmación. A principios de 1902 su salud se deteriora siéndole diagnosticado una tuberculosis pulmonar. Entonces, los salesianos deciden enviarlo a Viedma en la Patagonia argentina, esperando que los aires de aquella región favorecieran la curación de la enfermedad. En 1903, en el Colegio de San Francisco de Sales de aquella localidad inicia los estudios secundarios como aspirante salesiano. El 19 de julio de 1904, cuando cuenta 17 años, ante la no buena evolución de su afección, los salesianos deciden enviarlo a Turín, donde puede tener mejor tratamiento, al mismo tiempo que podrá continuar con los estudios sacerdotales. En marzo de 1905 tiene lugar una reactivación de la enfermedad y es ingresado en el Hospital de los Hermanos de San Juan de Dios, de la localidad. Allí será atendido por el Doctor José Lapponi quien fue médico personal de León XIII y Pio X. El 11 de mayo de este mismo año; fallece Ceferino Namuncurá, siendo enterrado al siguiente día en el cementerio popular de Roma en Campoverano. Un entierro humilde, solo la presencia de algunos salesianos y unos pocos compañeros de estudio. Una cruz de madera con su nombre, indicaba el lugar de la sepultura. En 1924 por orden del presidente de Argentina, Marcelo de Alvear, los restos de Ceferino serán repatriados para ser enterrado en la capilla del antiguo Fortín Mercedes, en la localidad de Pedro Luro, provincia de Buenos Aires. En 1930 el padre Luis Pedemonte comienza a propagar las numerosas virtudes del joven Ceferino y la gente comienza a rezarle y a obtener gracias por su intercesión. También comienza a publicar unas cartas de Ceferino, llenas de espiritualidad. El 2 de mayo de 1944 se inicia el proceso de beatificación y el 3 de marzo de 1957, Pio XII admite la causa. El 22 de junio de 1972, Pablo VI lo declara venerable y anteriormente a ello habían comenzado a  circular estampas de Ceferino por Buenos Aires. En 1992 sus restos son trasladados al Santuario de María Auxiliadora de Fortín Mercedes. El 7 de julio de 2007, Benedicto XVI firma el decreto de Beatificación, siendo declarado Beato el 11 de noviembre de ese año en una ceremonia en su ciudad natal de Chimpay. Una junta médica en el Vaticano consideró milagrosa la curación de una joven madre argentina, de 24 años, llamada Valeria Herrera, y residente en la ciudad argentina de Córdoba,  afectada por un cáncer de útero se había encomendado a Ceferino Namuncurá. El 12 de agosto de 2009, su familia obtiene el permiso para trasladar sus restos a la Comunidad de San Ignacio en el departamento de Huiliches, provincia de Neuquén, a 60 Km de Junín de los Andes. Miles de peregrinos acuden a este lugar.  

La Familia Salesiana va a estar constituida por instituciones, congregaciones y asociaciones cuyo modelo es la forma de vivir de San Juan Bosco.



Detalles del Monumento dedicado a San Juan Bosco por antiguos alumnos salesianos en San Fernando, Cádiz



Bibliografía

CONOCE A DON BOSCO.www.conoceadonbosco.com
CEFERINO NAMUNCURÁ. Diccionario de Mitos y Leyendas.www.cuco.com
CEFERINO NAMUNCURÁ. Mestizo y Santo. Patagonia-Argentina.www.patagonia-argentina.com
MISIONES SALESIANAS. “Don Bosco 200 años. Educar y Evangelizar desde la alegría”. 265-Abril 2015.pp 15-19
SANTO DOMINGO SAVIO.EWTN.www.ewtn.com

martes, 7 de abril de 2015

Historias de la Medicina

Angina catarral. Simple aguda. Catarro agudo de la boca y fauces.
El médico naturista alemán Dr. Bilz, en su tratado de Nuevo sistema de curación natural, al tratar de la angina catarral, la describe como un eritema con rubicundez y calor de la membrana que reviste la boca y las fauces. Va a afectar mayoritariamente a los bordes de la lengua, de la úvula, paladar y pared posterior de la faringe. Se acompañará de diversos síntomas: sequedad de garganta, dolor a la deglución, espuición o escupir con frecuencia. Junto a ellos una serie de signos, como: moco en la faringe, lengua sucia o saburral, voz ronca y algunas veces fiebre.
Causas.
Enfriamientos o constipados, tomar bebidas muy frías, sobre todo estando el sujeto acalorado, dientes acantillados que pudiera referirse a rotos y mal cuidados, encías supuradas, manjares y bebidas irritantes, sujeto alcohólico, tabaquismo en fumadores o mascadores de tabaco, hablar o cantar demasiado, sobre todo si se está expuesto al viento, catarros del estomago que es un cuadro descrito en esta medicina y caracterizado por una serie de síntomas, como: Mal aliento, lengua con sarro, pirosis, meteorismo y vómitos ocasionales, entre otros síntomas. Correspondería todo ello a gastritis crónica y a reflujo gastroesofágico, en muchas ocasiones. Escrofulismo, herpetismo o enfermedad constitucional de carácter hereditario, la cual incluye trastornos tróficos. Otras causas son: la viruela y la sífilis.
Tratamiento
Alejar las causas
Baño general de vapor en la cama. Este baño se haría colocando cerca del enfermo un recipiente de agua hervida.
Baño de vapor seguido de envoltura, aunque no refiere que emplea para este fin.
Alimentación escasa.
Dieta suave, demulcente que pudiera referirse al empleo de la clara de huevo, aceite de oliva o pasta de harina.
Aire puro, dormir con las ventanas abiertas.
Compresas todo el día, renovándose.
Baños de garganta o gargarismos con agua a 18º R.
Limonada o cocimientos de plantas mucilaginosas.
Durante la noche; corbata hidroterápica que debería ser la aplicación de un paño húmedo sobre el cuello. Les seguirán las  envolturas del tronco y pantorrillas.
 A la mañana siguiente; frotación general húmeda a 18º o 22º.

BIBLIOGRAFÍA
BILZ, F.E. Fisiatría o Nuevo Sistema de Curación Natural. Edición del Autor. Leipzig. Alemania. Biblioteca propia

 




sábado, 4 de abril de 2015

Capellanes de la Armada británica en Trafalgar


Durante mucho tiempo existió la idea en Inglaterra de que los soldados y marineros no tenían Dios. Posiblemente era debido al carácter aventurero y poco ortodoxo con que se comportaban en la calle, junto a su frialdad ante la muerte. Todo cambia alrededor de 1600 cuando parece ser que las autoridades británicas se dan cuenta de la utilidad de la religión como mecanismo de control. Además servirá para inculcar la obediencia entre el personal militar. Por otra parte; el cristianismo sirve para integrar el Ejército y la sociedad civil. Pero esta última idea aparecerá más tarde, en el siglo XIX.
En la Marina Real, se elegía un capellán de una parroquia del país, conocido por el comandante del buque y los oficiales. Su predicación sería saludable para el marinero de buena voluntad. Intervenía en el mantenimiento de la moral y de la lealtad a los mandos. El capellán estaba algo  por encima del maestro, cirujano y otros cargos. Al principio tuvieron menos privilegios que sus compañeros del Ejército, y su sueldo solo en algunas ocasiones dependía de la Tesorería, pues en otras cobrarían de deducciones de los salarios de los marineros. En 1662 se crea el libro de Oración Común, donde hay oraciones especiales para los marinos. Cuando el Reverendo Henry Teorige es nombrado Capellán Asistencial de la Flota británica, establece una serie de deberes para el capellán, entre los que figuran: predicación razonable, sensibilidad con la suerte del marinero, poseer ciertas habilidades, como: tocar el violín y escribir versos. El Reverendo Teorige intervendrá en las oraciones para los marineros, en las que habrá una oración implorando la protección Divina en caso de temporal. Los capellanes deberán ayudar a los heridos, consolar a los moribundos y animar a seguir luchando. Estarán presente en la enfermería de combate, junto al cirujano, inculcando que la Misericordia de Dios está antes que la de los hombres. Ante el moribundo deberá escuchar el mensaje que este quiere enviar a sus seres queridos. Al principio los capellanes procedían de la Iglesia Anglicana, oficial en Inglaterra. Hubo un momento que la Iglesia Católica pidió el reconocimiento de los servicios prestados a los marineros católicos. De este modo; el Padre James Plunkett fue recompensado por la Royal Navy por la atención religiosa a infantes de marina en Chatham, en 1797. No obstante, surgió un conflicto cuando el Padre W. Flyn asistió a católicos condenados a muerte. Tenemos noticia que en 1858, en el Ejército británico, aparecen: quince capellanes católicos y quince presbiterianos, aunque la mayoría seguirán siendo anglicanos. En tiempos de Trafalgar muchos marineros eran enterrados en la mar. El cadáver era envuelto en un sudario y cubierto por la bandera británica. El capellán se encargaría de las oraciones fúnebres pero si este no existía, la función la asumiría el comandante del buque.
Según fuentes diversas fueron al combate de Trafalgar 13 capellanes. Siguiendo la relación de oficiales embarcados en la flota británica que participaron en el combate de Trafalgar, según el Coronel Robert Holden Mackenzie, nos encontramos:

Reverendo Alexander John Scott.
HMS Victory. Fue hijo del capitán de navío de la Royal Navy Robert Scott y de Jane Comyn. Nació en Rotherhite, hoy barrio residencial del suroeste de Londres. Se educó en la Cartuja, consiguiendo más tarde una beca para estudiar en la Universidad de St. John, en Cambridge. Después de ser ordenado sacerdote de la Iglesia anglicana de Inglaterra, en 1792, ingresa en la Royal Navy, un año después. Su primer destino va a ser el HMS Berwick que forma parte de la flota del Mediterráneo, al mando del Almirante Samuel Hood. Pronto alcanza prestigio ante el mando naval ya que en su educación había aprendido hablar con fluidez; francés, español e italiano. Precisamente conoce a Nelson en el Mediterráneo, cuando el célebre marino era comandante del Agamenón. Después de pasar por el St. George y el Britannia, participa en 1801 en la batalla de Copenhague, embarcado en el HMS London. Más tarde regresa a Inglaterra. En 1804 embarca en el buque insignia del Almirante Horatio Nelson: HMS Victory. Pronto al cargo de capellán le unirá el de secretario de relaciones exteriores. Se da la curiosa circunstancia de que el secretario personal del almirante se llamaba John Scott, muerto durante el combate. Años más tarde; el capellán Alexander Scott nos hablaría de sus experiencias del conflicto. Cuenta como la enfermería del Victory parecía el matadero de un carnicero. Habían bajado al teniente William Ram, un irlandés de solo 21 años de edad, el cual presentaba heridas múltiples producidas por el impacto de astillas desprendidas. El cirujano intenta explorarlo y cuando retira los apósitos, se desprenden las ligaduras que le habían hecho en el puesto de socorro, muriendo de este modo desangrado. Alexander Scott queda enormemente impresionado, se retira de la enfermería y sube la resbaladiza escala de toldilla, toda bañada de sangre y sobre ella se ha esparcido tierra para evitar accidentes. Apenas llega a su destino cuando se encuentra que el almirante Nelson, herido, es llevado a la enfermería de combate. En efecto; Nelson ha sido alcanzado por una bala de mosquete, disparada por un francotirador del buque francés Redoutable. Son las 13 y 25 horas; el comandante de la flota británica cae herido mortalmente, es sostenido por el sargento de infantería de marina James Secker y dos marineros. El comandante del Victory, capitán de navío Thomas Masterman Hardy; ordena que los marineros lo conduzcan a la enfermería. Enseguida acude el cirujano del navío, William Beatty, un escoses de 32 años de edad, quien procede a explorar al herido, apreciando que la bala ha penetrado por el hombro izquierdo y se encuentra alojada en la columna vertebral. En su trayectoria ha seccionado vasos importantes y hay una hemorragia interna. Rodeando a Nelson están: el capitán de navío Hardy, el oficial de intendencia Walter Burke, los cirujanos ayudantes Neil Smith y William Westerbuch. Junto a ellos, el capellán Alexander Scott. Burke y Scott, abanican a Nelson y más tarde el capellán frota el pecho del herido, con intención de aliviar sus molestias, hasta que se produce el fatal desenlace. En el cuadro de Arthur William Devis quien ha querido inmortalizar la escena, aparece Scott a la izquierda de Nelson, frotándole el pecho. El capellán Scott acompañará el cuerpo de Nelson hasta Inglaterra, al Hospital de Greenwich, asistiendo a los cortejos fúnebres y más tarde a la ceremonia en la Catedral de San Pablo. Después de Trafalgar, en 1807, cuando contaba con 35 años, contrajo matrimonio con la joven Mary Frances de 17 años. Vivieron en la Vicaria de Southminster. Tuvieron un hijo que murió poco después de nacer, y dos hijas: Horatia y Margaret. Su mujer, Mary, falleció en 1811. Scott fue capellán del príncipe regente en 1816 y vivió en Catterick. Falleció en Ecclesfield, Yorkshire, en 1840, a la edad de 72 años; siendo sepultado en el cementerio de la Iglesia de Santa María de Ecclesfield.  
Reverendo John Rudall.
HMS Royal Sovereign. Nació en 1754. Fue Vicario de Credition, en Devon, en 1793. Perteneció a la Royal Navy desde 1799 a 1806. Fue capellán del HMS Edgar en Copenhague, en 1801, embarcando en el Royal Sovereign en 1805. En 1806 dejó la Armada británica. Murió en la Vicaria de Credition en 1835, a la edad de 81 años. Se da la curiosa circunstancia de que un hijo suyo, llamado John, estuvo embarcado como guardiamarina, en el HMS Defiance, en el combate de Trafalgar.
Reverendo Lawrence Hynes Halloran.
HMS Britannia. Fue anteriormente director de la escuela de Alpington, cerca de Exeter. Ingresó en la Royal Navy en 1804, siendo destinado un año después al Britannia, en cuyo navío participa en el combate del 21 de octubre. Posteriormente fue rector de la escuela pública de Gramática, en Sídney, Nuevo Gales del Sur, Australia. Fue también capellán de las tropas británicas destacadas en el continente australiano. Se mantuvo en la Escuela hasta su muerte, en 1831, a la edad de 65 años.
Reverendo Joseph Sherer.
HMS Téméraire. No hay más datos
Reverendo Charles Burne.
HMS Neptune. Se graduó como Bachiller en el colegio Oriel de Oxford, en 1799. Ingresa como capellán en la Royal Navy en 1801. En el combate de Trafalgar estuvo embarcado en el navío Neptune. Posteriormente fue Rector de Santa María de Tedburn, en Davenport, de 1808 a 1852, año en que falleció. Se encontraba en posesión de la medalla al Servicio Naval General, 1793-1840, con pasador de Trafalgar.
Reverendo Thomas Hardwick.
HMS Dreadnought. Solo sabemos que obtuvo la medalla al Servicio Naval General con pasador de Trafalgar.
Reverendo John Greenly Wounded.
HMS Revenge. Ingresó en la Royal Navy en 1804 y un año después participa en el combate de Trafalgar a bordo del navío Revenge.Fué herido en el combate. Posteriormente fue Canónigo Menor de la Catedral de Salisbury, cura perpetuo de Santo Tomas y Rector de Sharneole. Murió en Salisbury en 1862. Estaba en posesión de la medalla al Servicio Naval General con pasador de Trafalgar.
Reverendo Robert Henry Barker.
HMS Defiance. No se ha encontrado más datos.
Reverendo John Cobb Whicher.
HMS Achilles. Ingresó en la Royal Navy en 1797. En el navío Achilles participa en el combate de Trafalgar. Después del combate vivió en el distrito de Chichester, al sur de Inglaterra, siendo Rector de las parroquias de Stopham, Pulboroug y Sussex, muriendo en esta última, en 1841. 
Reverendo George Outhwaite.
HMS Orion. No hay más información.
Reverendo Timothy Myers.
HMS Swiftsure. No hay más información.
Reverendo John Holmes.
HMS Thunderer. No hay más información.
Reverendo William Williams.
HMS África. No hay más información.
Como podemos apreciar, existe escasa información acerca de estos capellanes. Los navíos en los que no figuran capellanes, son: Prince, Tonnant, Belleisle, Spartiate, Mars, Minotaur, Conqueror, Colossus, Defence, Leviathan, Bellerophon, Ajax, Polyphemus y Agamennon. Igual ocurre con las fragatas: Euryalus, Phoebe, Naiad y Sirius. Tampoco la goleta Pickle y la pequeña embarcación guarda costa, Entrepenante.
El día 1 de junio de 1847 se aprobó conceder como recompensa “La Medalla al Servicio Naval General” que comprendía acciones navales entre 1793-1840; a todos aquellos que habían participado en ellas. Pero debían vivir en aquella fecha y solo podía ser otorgada la recompensa a un familiar si el fallecimiento se había producido después de haber sido reclamada por el solicitante. También era necesario hacer la reclamación. Este hecho explica porqué no todos los capellanes están en posesión de esta condecoración. La medalla es de plata. En el anverso, figura: la Reina Victoria, con la fecha de su concesión en la parte inferior. En el reverso: un jinete con casco romano, montado “a la amazona “y sosteniendo en su mano derecha una antorcha. En el pasador figura la acción, en este caso: Trafalgar 1805. De él pende una cinta de 32mm, de color blanco con bordes estrechos de color azul. El blanco es indicativo de la pureza, mientras que el azul se refiere a la acción naval.
Seguramente hubo capellanes fuera del marco del combate que atendieron a los heridos de la contienda. En el Hospital Naval de Gibraltar, hasta que llegó el Reverendo William Ernest Oliver Stevens, en 1899, no hubo capellanes. No obstante, la asistencia espiritual del centro estaba a cargo de los capellanes del Ejército. Estos atendieron con toda seguridad a las victimas inglesas. Los marineros llevados al hospital de la Roca y que fallecieron en él, fueron enterrados al norte de la muralla de Carlos V, en el lado opuesto al cementerio. Puede verse en el lugar; una placa conmemorativa. En el cementerio, llamado de Trafalgar, en la tumba nº 10 está enterrado el capitán de Infantería de Marina Thomas Norman, víctima del combate. Abajo una inscripción latina, cuya traducción es: Militó no sin gloria y murió digno de ser llorado.  Probablemente en ella tuvieron mucho que ver los capellanes militares del  Ejército británico. En cuanto a la asistencia espiritual de los náufragos  ingleses en las costas gaditanas, no tenemos constancia. Los heridos y moribundos franceses, aunque no había capellanes en los barcos de su escuadra, dado el carácter laico de la Francia de la Revolución, fueron atendidos por capellanes españoles y sacerdotes diocesanos, al ser católicos. Hemos de darnos cuenta como una España católica aliada de una Francia aconfesional se encuentra en lucha con una Inglaterra anglicana y protestante. No se trata de una guerra de religiones como antaño sino de una guerra de interese políticos y coloniales.


Rev Dr Alexander Scott.jpg

Rev. Alexander J. Scott. Siegfried. Detlen Bendixen
Wikipedia


Cuadro de Arthur William Devis.Nos muestra la muerte de Nelson en la enfermería del Victory


BIBLIOGRAFÍA

ADKINS R. Trafalgar. Biografía de una batalla. Editorial Planeta. Barcelona, 2005
LAWRANCE CH. The History of the Old Naval Hospital Gibraltar. 1741 to 1922. Don Miles”. Southsea. Hampshire. Great Britain, 1994
MACKENZIE. R.H. The Trafalgar Roll. The Ships and the officers. Naval Institute Press. Annapolis, Maryland 21402. Lionel Leventhal Limited, 1989
ROCA NÚÑEZ, J.B. Los otros de Trafalgar. Médicos y cirujanos, Boticarios, Sangradores, Enfermeros, Socorristas, Victimas y Hospitales. Publicaciones del Sur Editores. Sevilla, 2011
SMITH. W.E.L. The Navy and its Chaplains in the days of sail. www.amazon.com
Alexander John Scott”.  wikipedia.org
“Army, Navy and Air Force Chaplains”. www.setevebidmead.wespac.virgmmodia.com
“British Military Ethos and Christianity 1639-2004”.  relwar.files.wordpress.com
“Canadian History of Navy Chaplaincy-The Anglican Church”. www.anglican.ca
“Naval General Service Medal 1847”.   wikipedia.org











  

jueves, 2 de abril de 2015

Las tres caídas de Jesús





Por la Vía Dolorosa
Triste vía en Jerusalén
Los soldados le abrían paso a Jesús
Más la gente se acercaba
Para ver al que llevaba aquella Cruz
El sangraba por los golpes
Que en la espalda recibió
Con espinas coronado fue el Señor
Y con cada paso vio
El desprecio de la gente que Él amó

Vía Dolorosa. letras.com


Introducción
Las tres caídas de Jesucristo durante su caminar desde el palacio de Poncio Pilatos hasta el Calvario, se conocen desde tiempos antiquísimos y han sido incorporadas al Vía Crucis. Ha sido motivo de profunda meditación y ha dado origen al título de numerosas Hermandades que llevan diversos nombres como el de Las tres caídas, Santísimo Cristo de las tres caídas, Nuestro Padre Jesús de las tres caídas… En cambio; no existe ninguna cita en los Evangelios que diga que Jesús cayera bajo el peso de la cruz. No obstante, las tres caídas de Jesucristo han tenido un gran arraigo, como estamos viendo, en la tradición cristiana y constituyen las estaciones 3ª, 7ª y 9ª del Vía Crucis. De este modo: son hechos transmitidos por la tradición, con el consiguiente valor que aquello merece. Pero es lógico que Cristo tuviera alguna caída durante su accidentada marcha. Hemos de tener en cuenta el enorme agotamiento físico y psíquico a que estuvo sometido. Comienza su calvario en el Huerto de los Olivos, donde según el Evangelio de San Mateo: Y sudó gruesas gotas de sangre que cayeron al suelo. A  continuación viene el interrogatorio del Sanedrín y más tarde el de Poncio Pilatos para seguirles los azotes, colocación de la molestísima corona de espinas y la gran cantidad de insultos y vejaciones a que estuvo sometido. Examinando la Sábana Santa, se observa que las rodillas, sobre todo la izquierda, muestran señales de importantes contusiones y heridas, distinguiéndose manchas de suciedad que corresponden a tierra mezclada con sangre. Por otra parte; hay signos en la zona de la nariz de contusiones con suciedad en ellas, igual que en el caso anterior. A ello se le añadirá signos de heridas en cara, pómulos y frente, producidas sin duda alguna por fuertes traumatismos que se corresponderían con una violenta caída al suelo. Manuel Carmelo Serrano dice que el estado físico de Jesús debió de ser tan malo que los romanos dispusieron la ayuda de un hombre llamado Simón de Cirene para ayudarle a llevar la Cruz. Los Evangelios hablan de él y es descrito como el padre de Alejandro y Rufo, que volvía del campo.

La Vía Dolorosa
Hay  una calle en la ciudad vieja de Jerusalén que la tradición afirma corresponder al itinerario de Cristo cargando con la Cruz para llegar al lugar de su Crucifixión. En ella están marcadas 9 estaciones de las 15 que comprende el Vía Crucis porque las otras 6 corresponden a la Iglesia del Santo Sepulcro, donde está el final. El itinerario tradicional comienza en la Puerta de San Esteban, dentro de la Puerta de los Leones, para dirigirse al Oeste y terminar en la Iglesia del Santo Sepulcro. Hay noticias de que la procesión inicial la realizaron los Franciscanos en el siglo XIV. Otro itinerario es el que comienza en el Monte de los Olivos, se detiene en Getsemaní para dirigirse a la Ciudad Vieja y tomando la Puerta de los Leones, se accede a la Vía Dolorosa.
I ESTACIÓN
Se encuentra cercana al Monasterio de la Flagelación, donde tuvo lugar el interrogatorio de Poncio Pilatos. Se levanta una capilla llevada por los franciscanos. En esta estación se recuerda a Jesús condenado a muerte.
II ESTACIÓN
En el Arco del Ecce Homo. Es un arco construido por Adriano en 135 a. C. En este lugar se encuentra la Iglesia del Ecce Homo. Se recuerda a Jesús cuando toma la Cruz.
III ESTACIÓN
Está dedicada a la primera caída de Cristo. Hay una pequeña capilla perteneciente a la Iglesia Católica de Armenia.
IV ESTACIÓN
Hay un pequeño oratorio en una luneta sobre la entrada y con un bajo relieve, obra del artista polaco Zieliensky. Aquí Jesús se encuentra con su Madre, aunque no está escrito este hecho en los Evangelios.
V ESTACIÓN
Hay una inscripción en el arquitrabe de una puerta que señala el encuentro de Jesús con el Cirineo.
VI ESTACIÓN
En este lugar se encuentra una Iglesia Ortodoxa Griega, muestra el lugar de encuentro de Jesús con la mujer Verónica. Según la tradición, esta mujer limpió el rostro de Jesús con un pañuelo de seda, quedando en él el Rostro impreso.
VII ESTACIÓN
Corresponde a la segunda caída de Jesús. Señalado por un Pilar entre la Vía Dolorosa y la calle del Mercado.
VIII ESTACIÓN
Hay un monasterio Griego Ortodoxo. Se destaca en él; la Cruz ennegrecida, se supone que es el lugar donde Jesús encuentra a las piadosas mujeres, según San Lucas.
IX ESTACIÓN
Corresponde a la tercera caída de Jesús. Como referencia una columna de la época romana a la entrada de un monasterio copto.
ESTACIONES X, XI, XII, XIII, XIV Y XIV. Están dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro. Es una Basílica custodiada por católicos y ortodoxos. Según los Evangelios; en aquel lugar hubo una tumba propiedad de José de Arimatea, excavada en una roca, y sería el lugar donde se enterró el cuerpo de Jesús. Cerca estaba el Gólgota, palabra del arameo que significa calavera, lugar de la Crucifixión. Entre la tumba y este último lugar está la piedra de la Deposición, la cual sería el lugar donde fue depositado el cuerpo de Jesús para ser preparado antes de su sepultura. Todos estos lugares quedan en el interior del templo. Descubierto el lugar por Santa Elena, madre del emperador Constantino, este mandó construir la primitiva Basílica en el año 326 de nuestra era. En el 1009 fue destruida por los musulmanes para ser reconstruida por los cruzados, años más tarde.


Primera caída de Jesús
Siglos antes había dicho el profeta Isaías: Dios cargó sobre él los pecados de todos nosotros. Físicamente Jesús estaba agotado por la sangre perdida en la dura flagelación a la que había sido sometido. Se encontraba en ayunas sin haber comido ni dormido. Se sucedían los golpes, risas e insultos de los soldados. A este agotamiento físico habrá de sumársele el agotamiento psíquico. Cristo se levanta a duras penas pero toma de nuevo la cruz.
Segunda caída de Jesús
Dice el profeta: Al ser maltratado, se humillaba y ni siquiera abría su boca, como un cordero llevado al matadero, como una oveja muda ante el que le esquila, El no abría su boca. Jesús que había tomado de nuevo la cruz y cargando con ella llega a una cima empinada que daba a una de las calles de la ciudad. Extenuado y sin fuerzas cae por segunda vez. Falta menos para llegar al Calvario y Jesús está empeñado en llevar a cabo los planes del Padre. Logra coger fuerzas y  levantarse para seguir el camino.
Tercera caída de Jesús
De nuevo; el profeta Isaías, dice: El Señor quiso aplastarlo con el sufrimiento. Jesús ha llegado a las cercanías del lugar de la Crucifixión, está exhausto y sin aliento pero mantiene la decisión de continuar con su misión Redentora. Agotadas sus facultades, tanto físicas como psíquicas, en cumplimiento a la voluntad del Padre, consigue llegar a la meta sin desplomarse. Debió respirar hondo para sufrir el próximo y definitivo martirio.

Epílogo
En estas caídas, Jesucristo nos exhorta a levantarnos después de cada bache para proseguir el camino de la vida. En el sentir del cristiano, el Vía Crucis no fue únicamente el camino hacia el lugar de la ejecución pues veremos que en cada paso de Jesús, en cada gesto o palabra hay un continuo mensaje, no solo para los presentes en aquellas circunstancias sino para los que contemplamos el Hecho a través de los ojos de la Historia. Jesús con su Pasión y Muerte nos quiere revelar la verdadera relación entre Dios y los hombres.
Recorrer la Vía Dolorosa es un acontecimiento en la vida que no se puede olvidar. En el mes de marzo de 1992 tuve la oportunidad de recorrerla junto a mi esposa. Reconozco que durante tiempo estuve desorientado y sorprendido a causa de la gran muchedumbre que se agolpaba por todas partes. Recuerdo a unos vendedores palestinos bajando sus carros sobre los peldaños de una parte del camino mientras unos niños jugueteaban. Era el mes de Ramadán y multitud de musulmanes, con sus alfombras de oración, se dirigían a la Mezquita de Omar. En dirección opuesta, turistas y peregrinos avanzábamos. De pronto nos cruzamos con una patrulla del Ejército israelí, con sus uniformes caquis y sus boinas de color verde pistacho. Nos viene un olor agradable a sopa de Ramadán, parecido al que había conocido en una visita a Marruecos, mientras se escucha un cántico árabe. Nos encontramos en una explanada del camino donde hay un zoco con pequeñas tiendas, con trajes de diversos colores, bolsos y variedad de objetos. Continuamos la Vía y al poco tiempo estamos en otra explanada y, al frente: la Basílica del Santo Sepulcro. En la explanada hay mercaderes que venden objetos cristianos como rosarios e imágenes de Jesús y su Madre. También golosinas. Una vez entrado en la Iglesia, nuestro guía israelí nos condujo al lugar del Calvario, y cuando me encontré ante una sencilla roca no podía creer donde estaba. Estuvimos un tiempo de rodillas para pasar a sentarnos en un banco situado más atrás y nos dimos cuenta que a nuestras espaldas había un religioso ortodoxo, rezando piadosamente. Después de mucho tiempo, he logrado entender mejor el significado del recorrido. El enorme gentío que circulaba por la Vía Dolorosa sería aquel que muchos siglos antes contemplaba la escena de la conducción de Jesucristo. Seguro que no era un espectáculo agradable para la gran mayoría. Muchos de los enemigos de Jesús que lo habían condenado, se lamentarían de haber llegado a aquella circunstancia. Otros que no lo conocían verían la escena con curiosidad e indiferencia pero le aterraría. Sus amigos tendrían miedo de haber perdido a un maestro. Pero todos, excepto su Madre, no entendían el porque de aquel fatal desenlace. Tuvo que pasar unos días para que  sus discípulos comenzaran a entender las Escrituras.

Bibliografía
“El Vía Crucis, resumen de toda una vida”. Catholic.net. www.es.catholic.net/
“El Vía Crucis, un camino de dolor y de luz”. Asociación Cultural Salvadme Reina de Fátima. Madrid
SERRANO, M.C. “Las tres caídas. Nazarenos de Cristo”. www.nazarenosdecristo.com
“Vía Crucis”. Directorio franciscano. www.franciscanos.org
“Vía Dolorosa”.www.wikipedia.org
“Vía Dolorosa hasta el Santo Sepulcro”. Viajeros Callejeros. www.viajeroscallejeros.com
“Vía Dolorosa. Israel”. www.goisrael.es
“Vía Dolorosa”. Spanish versión letras. Com