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martes, 25 de noviembre de 2014

La Sanidad Naval en Trafalgar.

La Sanidad Naval en Trafalgar. Navío Santísima Trinidad.

El Santísima Trinidad fue construido en la Habana según diseño del ingeniero irlandés Mateo Mullan y fue botado el 2 de marzo de 1769. Sus dimensiones eran: 59,5 m., de eslora, 50,8 m., de quilla, 16,1m., de manga y 8,06 m., de puntal. Pero estas dimensiones fueron más tarde modificadas, de tal modo que tras reparaciones hechas en astilleros de Ferrol y Cádiz, en años sucesivos, pasaron a ser:
Eslora 63,36m., quilla 54,02m., manga 16,67m., puntal 8,26m., e igual ocurre con el armamento, el cual va a sufrir modificaciones diversas hasta llegar a la fecha del combate en la que el navío cuenta con 120 cañones y 20 obuses. 3000 metros cuadrado de velamen sobre sus tres puentes le daban al navío un aspecto majestuoso, lo que llevó a Benito Pérez Galdó a designarle como El Escorial de los mares.   
La escuadra franco-española a su regreso de su expedición a Antillas y combate del Cabo Finisterre, se encuentra en Cádiz. El día 19 de octubre se decide su salida con rumbo al Mediterráneo, acción que no se lleva a cabo hasta el 20, debido al flojo viento reinante.
El Santísima Trinidad ocupa el número 5 de la primera escuadra o centro del cuerpo fuerte, cuyo mando desempeña el comandante general de la flota aliada: el vicealmirante francés Pierre Villeneuve, el cual ha izado su bandera en el buque insignia Bucentaure. En el Santísima Trinidad va embarcado el jefe de escuadra Baltasar Hidalgo de Cisneros, siendo su comandante el brigadier Francisco Javier de Uriarte y Borja. Durante el combate, el buque insignia del almirante británico Nelson: Victory, seguido por los navíos ingleses: Téméraire y Neptune, trataron de cortar la línea aliada entre la proa del Bucentaure y la popa del Santísima Trinidad, quien causó daños manifiestos en el Victory. Ello obligó a Nelson a modificar el plan, intentando esta vez cortar la línea entre la popa del Bucentaure y la proa del buque francés Redoutable, acción que fue causa de la muerte del almirante ingles, al ser alcanzado por el disparo de un franco-tirador de este último buque. El Neptune se sitúa a estribor del Santísima Trinidad, llegando más tarde los navíos ingleses; Conqueror, Leviathan y Britannia, los cuales cañonean de forma intensa todos los puntos del navío español. Esto motiva el que quede totalmente desarbolado y la mayor parte de su artillería inutilizada. El jefe de escuadra Cisneros es herido y tiene que ser retirado a la enfermería, quedando sobre el alcázar el comandante del navío, brigadier Uriarte, hasta que es herido por un astillazo y entrega el mando a su segundo, el capitán de navío Ignacio Olaeta.
Se llega al final del combate, antes el navío se había rendido, la bodega está inundada y se lucha por achicar el agua. Es remolcado por el navío británico Prince. Se ha desencadenado un fuerte temporal y el estado del buque es muy malo. Al final se abandona el remolque y los buques ingleses; Prince y Neptune, rescatan a la dotación. El Santísima Trinidad termina hundiéndose a 25 o 28 millas al sur de Cádiz. Con él, desaparecen 80 heridos que se encuentran inmovilizados en su enfermería, aunque para fuentes británicas fueron de 28 a 34. Según fuentes españolas; de una dotación de 1161 hombres, hubo 205 muertos y 108 heridos. Según algunas fuentes británicas, fueron: 216 muertos y 116 heridos.
La sanidad del navío estaba constituida por los facultativos siguientes:
Ayudante de embarco Juan Guerrero Barranco.
Primer médico-cirujano Francisco María Zafra Baeza.
Segundo médico-cirujano, habilitado de primero José Pardo Núñez.
Segundo médico-cirujano Francisco Martí.
Segundo médico-cirujano particular Manuel García Lobo.  
Según informe del comandante del buque, Brigadier Francisco Javier de Uriarte; todos demostraron una conducta inmejorable, fueron eficaces en el desempeño de sus funciones y contrajeron particular mérito en el combate.
Como ocurría en el Príncipe de Asturias, no figura ningún sangrador embarcado.


Cañón atribuido al Santísima Trinidad. Escuela de Suboficiales en San Fernando(Cádiz)



Reproducción de la popa del Santísima Trinidad. Museo Naval. Madrid






BIBLIOGRAFÍA
ARAGÓN ESPESO, M. Cádiz. La Medicina y la Cirugía en la época de Trafalgar. Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz. Cádiz, 2004
GÓNZALEZ, M. Navío Santísima Trinidad. Un coloso de su tiempo. La espada y la pluma. Colección Barlovento. Madrid, 2004
GONZÁLEZ-ALLER HIERRO, J. I. La campaña de Trafalgar (1804-1805). Corpus Documental. Ministerio de Defensa. Madrid, 2004. Biblioteca Naval de San Fernando (Cádiz)
LLORENTE CABRELLES, L. R. “La admiración es cosa de todos los tiempos”. Tierra, Mar y Aíre. Nº 341/6. Año 2014
ROCA NÚÑEZ, J.B. Los otros de Trafalgar. Médicos y cirujanos, Boticarios, Sangradores, Enfermeros, Socorristas, Victimas y Hospitales. Publicaciones del Sur Editores. Sevilla, 2011


























viernes, 21 de noviembre de 2014

LA SANIDAD NAVAL EN TRAFALGAR

La Sanidad Naval en Trafalgar. Buque insignia Príncipe de Asturias
El médico-cirujano embarcado en la escuadra de Federico Gravina, procede el Colegio de Cirujanos de la Armada, fundado en la ciudad de Cádiz por Real Decreto de noviembre de 1748. En 1791 se establece la unión de la medicina y la cirugía, creándose la profesión de médico-cirujano. La carrera pasa a ser de seis años con exámenes anuales y un examen final definitivo. El director del Colegio que a su vez era el Director del Cuerpo de Sanidad de la Armada, seleccionaba a los colegiales aptos para el servicio naval, que podía ser en hospitales, navíos de guerra o navíos mercantes. Comenzarían con el grado de segundo médico-cirujano, equivalente al actual de teniente, y si no había vacantes en el escalafón, serían provisionales hasta obtener nombramiento definitivo, en el caso de producirse dicha vacante.
Médico-Cirujanos embarcados en el navío Príncipe de Asturias, buque insignia de la escuadra del Teniente General de la Armada Federico Gravina y Nápoli, quienes participaron en el combate naval de Trafalgar, el día 21 de octubre de 1805.
Ayudante de Cirujano mayor  Fermín Nadal Valls.
Primer médico-cirujano Jacinto Comarcada Navarro.
Segundo médico-cirujano, habilitado de primero Antonio Zapata del Campo.
Segundo médico-cirujano Diego Gutiérrez Vega.
Segundo médico-cirujano particular Santiago Pablo Barros.
Durante el combate; el navío británico Prince, de tres puentes y ultimo de la columna del almirante Collingwood, al mando del capitán de navío Richard Gindall, pasando por la aleta de babor del Príncipe de Asturias; descargó toda su artillería, hiriendo a Gravina en la articulación del codo del brazo izquierdo, por herida de metralla. Como consecuencia de ello el comandante general de la flota española, tiene que ser retirado a la enfermería. Queda al frente de las operaciones el mayor general Antonio Escaño quien poco después cae herido en la pierna izquierda por acción de la metralla, sucediéndole en el mando el comandante del navío, brigadier Rafael de Hore. Posteriormente, una vez curado Escaño, se reintegra a su puesto pero pierde mucha sangre y tiene que volver a la enfermería. Se cuenta que allí sufrió una lipotimia, siendo reanimado con una copa de vino de Jerez. No tiene nada de particular este hecho pues entre la medicación a bordo figuraba las bebidas espirituosas, hemos de tener en cuenta que se hacían grandes amputaciones y no existía la anestesia.
El Príncipe de Asturias, de una dotación de 1142 hombres, tuvo 52 muertos y 110 heridos. Finalmente; remolcado por la fragata francesa Themis, entra en Cádiz, desarbolado.
En cuanto al comportamiento de los facultativos podemos hacernos una idea por los infórmenes dados por el segundo comandante del buque, capitán de navío Tomas de Ayalde. Examinando estos, podemos llegar a las siguientes conclusiones:
Fermín Nadal fue calificado de muy buena conducta, inteligente profesionalmente, activo y celoso en sus obligaciones, desempeñado su cometido a satisfacción de todos. Además fue quien con otros dos facultativos más, atendió a Federico Gravina de la terrible herida que le llevó a la muerte, no siendo, al parecer de muchos expertos, responsable del fatal desenlace.
Jacinto Comarcada mostró buena conducta, inteligente en sus funciones, activo, celoso de su profesión, subordinado. Lo que le llevó a desempeñar sus obligaciones durante el combate.
Antonio Zapata. Calificado de buena conducta y siempre cumplió con su cometido.
Diego Gutiérrez. Buena conducta, demostrando tener mucho estudio y aplicación, desempeñando sus funciones satisfactoriamente, sobre todo a la hora del combate
Santiago Pablo Barros. Mostró siempre buena conducta y cumplió a satisfacción de todos pero en cuanto a su preparación e inteligencia no se puede opinar por el poco tiempo que ha permanecido en el navío.
Probablemente, el informante sería asesorado por el Superior facultativo de la escuadra: Fermín Nadal Valls.
Hemos de considerar que no figura ningún sangrador embarcado y no es de extrañar dado la escasez de estos durante esta época. No ocurre lo mismo con otros navíos de la escuadra, en donde si hubo sangradores embarcados.

BIBLIOGRAFÍA

ARAGÓN ESPESO, M. Cádiz. La Medicina y la Cirugía en la época de Trafalgar. Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz. Cádiz, 2004
GONZÁLEZ-ALLER HIERRO, J. I. La campaña de Trafalgar (1804-1805). Corpus Documental. Ministerio de Defensa. Madrid, 2004. Biblioteca Naval de San Fernando (Cádiz)
ROCA NÚÑEZ, J.B. Los otros de Trafalgar. Médicos y cirujanos, Boticarios, Sangradores, Enfermeros, Socorristas, Victimas y Hospitales. Publicaciones del Sur Editores. Sevilla, 2011

jueves, 13 de noviembre de 2014

PARROQUIAS DE GALICIA

Parroquia de San Julián de Roca (San Xiao)

Arciprestazgo de Pargas
Diócesis de Mondoñedo-Ferrol
Municipio de Guitiriz
Partido judicial de Vilalba
Comarca de Terra Chá
Provincia de Lugo
Los límites son:
Norte: Santa Cruz de Parga y Pígara. Sur: San Breixo de Parga. Este: Baamonde. Oeste: Trasparga
Consta de varios lugares o aldeas:
Altamira
Alto de Roca
Lamas
Penas
Ponte de Roca
Portodola
Quintán
Roca
Santa Ana
El templo parroquial alberga en su sacristía un retablo salomónico, del primer tercio del siglo XVIII y hay una imagen de San Fiz, conocido como O San Fabeiro. Caminando hacia el sur de la feligresía está el castro de Roca, cubierto totalmente por la vegetación y en el que se encontraron restos de cerámica y monedas romanas. En el lugar de Santa Ana, se encuentra las ruinas de una ermita dedicada a la santa y a su entrada un cruceiro de granito sin imagen. En el monasterio de Sobrado de los Monjes existió un documento del siglo XII en el que habla de las posesiones de un señor llamado Rodrigo de Gundestéi y de su esposa Senior Alóitez, enumerándose la cuarta parte de San Julián de Roca. También se sabe que obtuvo merced de estas tierras; el dueño de A Pobra de Parga: Vasco Fernández de Parga. En los registros parroquiales del Archivo diocesano de Mondoñedo, correspondientes a los siglos XVIII y XIX, son numerosas las personas que figuran con apellido compuesto, al que al patronímico se añade el da Roca. Este pudo ser el caso de los López da Roca y de otros muchos apellidos.










BIBLIOGRAFÍA

 BIBLIOTECA MUNICIPAL DE GUITIRIZ.  Lingüística: Toponimia. Parroquia de San     Xulián de Roca
       BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL DE LUGO. Enciclopedia Gallega
“Guitiriz”. Parroquias, www.guitiriz.com





jueves, 6 de noviembre de 2014

Santa María de Vilariños

Santa María de Vilariños. La vida en una parroquia de la Galicia rural, en los siglos pasados

La vida en la parroquia de Santa María de Vilariños debió ser una vida enteramente rural, en que la familia se dedicó a cultivar la tierra, aunque probablemente tuvieran algún ganado, bien fuera vacuno o porcino, para la alimentación, o bien caballar para ayuda en las duras faenas agrícolas. En el campo de Galicia trabajan hombres y mujeres, codo a codo, hasta avanzada edad, habiendo comenzado el trabajo desde edades muy tempranas, y hablamos de una época en la que apenas había escuelas. La casa es el núcleo donde vive una familia y varias de estas casas constituyen el lugar o aldea, cuando están más esparcidas. Varias aldeas o lugares constituyen una parroquia. Esta será conocida por el Santo Patrono al que está  consagrada unido al toponímico indicativo del lugar. La parroquia no es solo una circunscripción eclesiástica, sino que constituye un verdadero núcleo social, siendo de este modo el tercer escalón, después de la casa y del lugar o aldea. De este modo; en la parroquia se escucha Misa, se celebran bautizos, comuniones, bodas y funerales. Además era el sitio donde acudían las cuadrillas de trabajadores para la contratación de estos. Se produce una gran solidaridad entre los parroquianos y en caso de un fallecimiento se moviliza toda la parroquia para acudir a la casa del difunto, participando en el velatorio, funeral y entierro en el cementerio contiguo al templo. Todas las parroquias tienen una o más fiestas al año, siendo la más importante la del Patrono. En muchas de ellas se celebraban ferias, en la que se vendían productos elaborados, como quesos y otros, pero lo más importante sería la venta y compra de ganado. Vamos a hacer una descripción de la parroquia de Santa María de Vilariños con los datos más recientes que tenemos de ella, los cuales nos proporcionarán una idea de cómo era en la época de la que tratamos.
Diócesis de Santiago de Compostela
Municipio de Vilasantar
Comarca de Betanzos
Provincia de la Coruña
El municipio de Vilasantar está constituido por siete parroquias:
San Martiño de Armental
San Salvador de Barbeito
Santa María de Mezonzo
San Pedro de Presaras
San Vicenzo de Curtis
Santa María de Vilariños
Santiago de Vilasantar
Santa María de Vilariños está situada entre los ríos Tambre y de la Lage, de clima húmedo, tiene varios lugares que no hace mucho reunían unas 53 casas. Dichos lugares son:
Bao
Casanova
Castro
Ciencasas
Corredoiras
Díaz
Foliente
Iglesia
Lage
Nobas
Pedrouzo
Pena
Pulgido
Raido
Torre
Al Norte, limita con San Vicente de Curtis, al Este con San Pedro de Porta, al Sur con San Lorenzo de Carelle, y al Suroeste con San Pedro de Presaras. Tanto Porta como Carelle pertenecen al municipio de Sobrado.
Destacan los puentes de San Pedro y Vilariños sobre el Tambre. La tierra produce: centeno, patatas, legumbres, algún trigo, algunas frutas, leña, lino, y no nos olvidemos de los pastos para el ganado. Este está compuesto fundamentalmente por vacunos que producen una excelente leche, empleada tanto para el consumo como para la fabricación de excelentes quesos. Es importante la feria del ganado en el lugar de Lage.




Iglesia de Santa María de Vilariños con el cementerio al lado. Autor


BIBLIOGRAFÍA

CALDÉ ALDAO. E. Geografía General del Reino de Galicia. F. Carreras Candi. Vol. III. La Coruña, 1980
“Concello de Vilasantar”. Parroquias, www.vilasantar.com/municipios/parroquias
“Municipio de Vilasantar. Un poco de historia”,



domingo, 2 de noviembre de 2014

Requiem por los miembros de la Sanidad de la Armada

Réquiem por  los miembros fallecidos de la Sanidad de la Armada


Hoy día 2 de noviembre, día de los santos difuntos, siguiendo las directrices de mi blog, recordaremos a aquellos miembros de la Sanidad de la Armada, fallecidos, especialmente; los que encontraron la muerte de forma trágica.
A finales del siglo XIX, un cenotafio dedicado a varios médicos de marina, muertos heroicamente en ultramar, procedente del antiguo Hospital de Marina de Cañacao, cuando se entrega Filipinas, llega al antiguo Hospital de Marina de Ferrol. Después de pasar por el nuevo hospital, terminará en el Museo Naval de esta ciudad marítima. Igualmente en Cartagena, en el antiguo Hospital de Marina, se colocó una placa para rendir homenaje a aquellos miembros del Cuerpo de Sanidad de la Armada muertos en el Cumplimiento del Deber. Tanto en Ferrol como en Cartagena; figuran distintos nombres de facultativos, de los que voy hacer una breve referencia, junto a otros que no figuran, sin que por esta circunstancia dejen de ser igual de importantes.
En el año 1851; el segundo médico José de la Madrid y Sánchez Valverde, en Zamboanga; participando en una acción frente a los piratas musulmanes de Joló, muere cuando su falúa es alcanzada por un proyectil enemigo.
1867. El vapor transporte Malaspina cuando se dirige de Hong-Kong a Manila es sorprendido por un fuerte huracán. Como consecuencia de ello; el navío desaparece y con él, su primer médico Manuel Rodríguez Palma,  
1872. El médico mayor y jefe de la Enfermería de Cavite: Rómulo Valdivieso Ferrer, durante la sublevación indígena del Cuartel de Artillería, se dirige de forma inmediata a su destino con la finalidad de atender a los heridos de la reyerta. En el fuego cruzado es alcanzado.
1874. El día 5 de abril de este año, en Patean, el segundo médico Estanislao García Loranca, embarcado en la corbeta Santa Lucia, la cual forma parte de una flotilla al mando de Cervera, participa como facultativo de una compañía de desembarco frente a los piratas musulmanes del archipiélago filipino. Son sorprendidos por el enemigo a la entrada de una cueva. Muchos encontraron la muerte, entre ellos el segundo médico cuyo cadáver no pudo ser recuperado.
1882. Durante el verano de este año, el segundo médico Guillermo Gómez Nieto se encuentra destinado en la zona de Zamboanga, en donde se ha declarado una epidemia de cólera. Muere contagiado por la enfermedad, habiendo estado atendiendo a sus enfermos pocos días antes de fallecer.
1887. Enrique Cardona Miret es el primer médico de la corbeta María Cristina y participa, atendiendo a una compañía de desembarco, en un encarnizado combate frente a indígenas insurrectos de la isla de Ponape, en Las Carolinas. Poco tiempo después de haber realizado una acción gloriosa, atendiendo a un guerrero enemigo que se desangraba frente a su trinchera, salvándole la vida mediante un improvisado torniquete, es abatido cuando la trinchera es asaltada.
1895. El domingo  10 de marzo; el crucero Reina Regente se dirige de Tánger a Cádiz, siendo sorprendido por un fuerte temporal, desapareciendo sin dejar apenas rastro, con toda su dotación. Formando parte de esta los siguientes miembros de sanidad:
Primer médico. José María Robles Villar
Segundo Médico. Tadeo Lapesa Collado
Primer practicante. Luis Serrano Álvarez
 Tercer practicante. Eduardo Catalá Plat
El 18 de septiembre de este mismo año tiene lugar otro naufragio, el del crucero Sánchez Barcaiztegui, cuando tras abandonar la bahía de la Habana colisiona con el mercante Conde de la Mortera. Forma parte de su dotación el primer médico Faustino Martin Díaz quien en el momento de la colisión se encontraba en la sala de calderas, atendiendo a un mecánico que había sido atrapado por la correa de transmisión y sufría numerosas heridas, siendo este médico uno de los muchos desaparecidos. 
1897. El día 20 de noviembre, el primer médico Andrés Castro Vargas, destinado en el Apostadero de Filipinas y comisionado a la Estación Naval de Balabac; es asesinado en plena calle y, su cabeza, junto a la de dos oficiales de la Estación, es izada por los insurrectos, en largas pértigas.
1898. El 3 de julio, de este año, tiene lugar el combate naval de Santiago de Cuba. Son varios los miembros de la sanidad naval que pierden la vida, durante y después de los acontecimientos.
Julio Cesar Díaz Navarro. Segundo médico del crucero Infanta María Teresa
Santiago del Pozo y Pos. Primer practicante del crucero Vizcaya quien falleció el 16 de julio en el Hospital de Marina de Estados Unidos, en Portsmouth, con paraplejia por traumatismos.
Manuel González Fernández. Tercer practicante del destructor Plutón.
Gustavo García Fernández. Tercer practicante del destructor Furor.
No nos podemos olvidar de dos destacados médicos, pese a su juventud. Se trata de:
Alejandro Lallemand Lemus, fue el primer médico del buque insignia de la escuadra del almirante Cervera; crucero Infanta María Teresa. Alejandro Lallemand falleció en Cádiz el 23 de marzo de 1903, cuando solo contaba 45 años de edad, a consecuencias de la reagudización de una peritonitis crónica, adquirida por un traumatismo abdominal sufrido durante el combate.
Antonio Jurado Calero, primer médico del crucero Vizcaya, falleció el 21 de diciembre de 1900 a los 44 años de edad, a consecuencia de la reactivación de una tuberculosis pulmonar, contraída a lo largo de su vida profesional.

Anterior y posterior a esta época; son numerosos los médicos, farmacéuticos y practicantes de la Armada que han sacrificado sus vidas al servicio de los demás y, muchos la perdieron en el cumplimiento de sus deberes profesionales. Por todo ello merecen ser, ahora y siempre, recordados.


Descansen en la Paz del Señor



BIBLIOGRAFIA



   Clavijo y Clavijo, S. Historia del Cuerpo de Sanidad de la Armada. San Fernando. Tipografía de Fernando Espín Peña, 1925

  Garcia-Cubillana de la Cruz, J.M. “Dos médicos del Hospital de Marina de San Carlos en el combate naval de Santiago de Cuba (1898)”. Bicentenario del Hospital de San Carlos. San Fernando (Cádiz), 1809-2009; pp. 295-307. Servicio de Publicaciones del Ministerio de Defensa. Madrid, 2009.

 Sanchez-Limón, F. Pallarés Machuca, F. J. “Historias de la mar: El Cenotafio en honor a los muertos por la Patria del Cuerpo de Sanidad de la Armada” o “El Mausoleo de Cardona”. Revista General de Marina, pp. 337-343. Marzo, 1996

 SOLER CANTÓ, J. El Hospital Militar de Marina de Cartagena. 2ª Edición. Universidad Politécnica de Cartagena, 1999

 Historia Naval de España y Países de habla española; www. todoavante.es